La tecnología avanza a gran velocidad en todos los sectores, y por supuesto, en el sector del embalaje también podemos percibir innovación y evolución hacia un mercado más digital para adaptarse y evolucionar hacia la industria 4.0.
En esta nueva etapa, el embalaje incluye elementos conocidos como embalaje inteligente. El embalaje es un elemento clave, ya que es el primer contacto que un cliente tiene con un producto, es la imagen del producto. Por esta razón, es tan importante encontrar nuevas formas de conectar con el cliente a través de nuestro embalaje, y estas nuevas formas son el embalaje inteligente.
¿Qué tipos de tecnologías son las más comunes?
El embalaje inteligente no solo implica proteger el producto, sino también proporcionar información valiosa tanto al cliente como al distribuidor y consumidor.
Tipos de aplicaciones
Existen diferentes tipos de embalaje inteligente, y cada uno tiene aplicaciones específicas:
- Tipo diseño: Este embalaje inteligente está pensado para mejorar su forma y funcionalidad, lo que permite al consumidor percibir un valor añadido y mejora su experiencia al utilizarlo. Un ejemplo en el embalaje de cosméticos son los tubos dosificadores.
- Tipo activo: El objetivo principal es usar mejores materiales para mejorar la apariencia o funcionalidad del producto. Puede emplearse para controlar la temperatura o prevenir la humedad dentro del envase.
- Tipo conectado: Este embalaje utiliza tecnologías como sensores o códigos para generar, almacenar y analizar datos sobre el comportamiento de los consumidores. Este tipo de embalaje es capaz de adaptarse según el cliente al que esté expuesto. Esta información puede usarse para optimizar la distribución de un producto o localizar un paquete.
Tipos de objetivos
Basándonos en estos tres tipos de embalaje inteligente, también se pueden clasificar según los objetivos de una marca o las necesidades que debe cumplir para el cliente:
Ciclo de vida y gestión de inventario
- Rastreo: Permite saber en tiempo real dónde se encuentra un paquete. Esto es crucial para empresas B2B, especialmente en cadenas de suministro complejas, para analizar posibles problemas y optimizar procesos.
- Agilidad: Los datos permiten optimizar la cadena de suministro.
- Sostenibilidad: Controlar el ciclo de vida del embalaje ayuda a reducir la huella de carbono y a rastrear cómo y dónde se reutiliza.
Integridad del producto
- Autenticidad: Garantiza que el producto recibido por el cliente es correcto y proviene del proveedor adecuado, evitando falsificaciones.
- Seguridad: Protege el producto contra robos y asegura que no haya sido manipulado o usado de manera indebida.
- Calidad: Garantiza que el producto esté en condiciones óptimas.
Experiencia del usuario
- Interacción y satisfacción: Facilita la comunicación con el consumidor para una interacción más profunda, como entretenimiento, instrucción o información.
- Uso: Simplifica y optimiza los procesos de entrega y preparación, además de entender el comportamiento humano a través de la tecnología.
- Acceso: Mejora el proceso de compra y entrega de productos.
¿Cuáles son los desafíos de estas tecnologías?
Aunque el embalaje inteligente está en auge en el sector, aún no es una prioridad para la mayoría de las empresas. Queda un largo camino para que se convierta en una necesidad indispensable, ya que hay desafíos que superar:
- Desafíos comerciales: Un embalaje mejor implica un coste más alto. En un mercado saturado, aumentar precios puede impactar negativamente en las ventas, pero mantenerlos bajos y reducir los beneficios tampoco es viable.
- Cambios legales: La regulación del embalaje inteligente no está clara ni completamente desarrollada. Aspectos como la recopilación y manipulación de datos de consumidores podrían ser conflictivos en el futuro.
- Desafíos tecnológicos: Si el embalaje inteligente depende de la tecnología, avanzará al mismo ritmo que esta. Por lo tanto, cuanto mejor sea la tecnología, mejor será el embalaje.
- Desafíos organizativos: El embalaje inteligente involucra a varias organizaciones, como la empresa principal, las compañías de distribución, los desarrolladores de códigos QR y el cliente. Es necesario un proceso coordinado para garantizar el éxito.
Conclusión: El embalaje inteligente está a la vuelta de la esquina
El embalaje inteligente es una herramienta poderosa que nos ayudará a ofrecer un mejor servicio al responder preguntas como “¿Dónde está mi paquete en este momento?” o “¿En qué condiciones de temperatura se encuentra durante la distribución?”
Según el Informe de Investigación de Mercado de Embalaje Inteligente – Previsión para 2023, desarrollado por Market Research Future, el valor global del mercado de embalaje inteligente asciende a 46.000 millones de dólares.
Actualmente, 11 multinacionales trabajan intensamente en este ámbito. En unos años, el embalaje superará su misión protectora y se transformará en un “súper embalaje” con la misión de crear una experiencia personalizada y valiosa para el consumidor. No solo será una experiencia de producto, sino también una experiencia de compra y de marca.
En resumen, el embalaje inteligente es una tendencia imparable que revolucionará no solo el sector del embalaje, sino también otros sectores relacionados. Es una doble revolución: por un lado, mejora la experiencia del usuario (embalaje activo), y por otro, tiene un impacto positivo en la cadena de suministro (embalaje inteligente).