La COVID-19 ha sido un gran desafío para la sociedad y ha afectado a muchas empresas en todo el mundo. Como consecuencia, las empresas han tenido que adaptarse a esta nueva normalidad para sobrevivir y moldear el futuro de la economía. La pregunta que vamos a responder en este blog hoy es: ¿cómo se comporta el consumidor en la nueva normalidad?
La agencia de publicidad Sra Rushmore ha lanzado un Informe Post Pandemia en el que podemos entender el presente del mercado y cómo moldeará el futuro, con el objetivo de ayudar a las marcas a comprender el comportamiento del nuevo consumidor.
Punto de partida: antes de la pandemia
En noviembre de 2019, las empresas discutían cómo la economía crecería un 1,5 % en 2020 y también los salarios aumentarían un 2,2 % debido a la disminución de la tasa de inflación. En términos generales, los datos previstos eran normales y habituales. Nuestro orden social se basa en la riqueza y el individualismo; nos enseñan a comprar para lograr el éxito y la felicidad. Desde que somos niños, nos enseñan a competir con el argumento de «sé la mejor versión de ti mismo».
Según Yuval Noah Harari, él afirma que no nos hemos criado con valores como la empatía, el altruismo o la colaboración y ahora estamos pagando el precio.
¿Dónde estamos ahora?
De repente, nos encontramos en medio de una pandemia y una crisis mundial que no solo ha afectado nuestro presente, sino que también moldeará nuestro futuro. ¿Por qué no pensamos que esto podría pasarnos?
Según el estudio presentado por la agencia, el problema radica en la falta de atención a las advertencias que la comunidad científica estaba dando. Recordemos 2020, cuando la OMS informó que la COVID-19 no se consideraba peligrosa y que los organismos internacionales tenían fe en que el virus no evolucionaría.
Además, Sra Rushmore señala el exceso de optimismo como otra razón de nuestra situación actual. Otros estudios también afirman que el 80 % de la población global vive bajo la influencia del «sesgo optimista», es decir, que creemos que, sin importar nuestra edad, raza o género, las cosas saldrán bien para nosotros, aunque la predicción general indique lo contrario.
Como consecuencia, muchas decisiones diarias que parecen imparciales están influenciadas por este sesgo optimista, creyendo que tenemos más control sobre la situación del que realmente tenemos. Para evitar estas situaciones en el futuro, la agencia prevé que:
- Debemos ser más realistas y asumir los riesgos.
- Aprenderemos a ser más socialmente comprometidos y empáticos.
- Reestructuraremos nuestras necesidades productivas para estar preparados para eventos futuros y no sufrir las consecuencias actuales.
Cambios en el comportamiento de los consumidores
Dado que hemos tenido que lidiar con la nueva normalidad sin experiencia, el confinamiento ha cambiado definitivamente la forma en que ven y viven el 60 % de las personas. Y algunos de estos cambios ya se percibieron durante la cuarentena.
Algunos de los datos que demuestran estos cambios son: el consumo de harina ha aumentado un 170 % y hasta el consumo de masas a través de la televisión ha aumentado un 88 %. ¡Los juegos de mesa también han experimentado un crecimiento: Monopoly ha tenido un 327 % más de ventas!
En resumen, tenemos que enfrentarnos a la COVID y adaptarnos a la pandemia ya que seguimos luchando contra el virus: el futuro es incierto y la población está preocupada.
Nuevas preocupaciones
- El 92 % de la población está preocupada por las consecuencias económicas.
- El 60 % cree que su salario será recortado.
- El 51 % tiene miedo de perder su empleo.
- El 40 % ha congelado sus inversiones en proyectos que iban a realizar.
Como consecuencia, hay nuevos hábitos y comportamientos de consumo:
- La adquisición de alimentos ha aumentado un 73 % ya que se considera una necesidad básica.
- Ha habido un aumento del 60 % en las ventas de laptops.
- Se han producido cambios significativos en la forma en que consumimos medios:
- El medio que más ha aumentado es el gaming (271 %).
- Las plataformas digitales que también han aumentado son YouTube (+55 %) y las aplicaciones de mensajería (61 %).
- Y, por supuesto, el uso del WIFI ha aumentado un 57 % debido al teletrabajo.
Habiendo estado en casa más horas de las que jamás imaginamos, el futuro será un equilibrio entre la autonomía y el bienestar social, pasaremos del ego-sistema al ecosistema.
El rol de las marcas en la crisis El nuevo enfoque de responsabilidad social ha aumentado en los últimos meses desde una perspectiva individual y colectiva. Muchas empresas han liderado con el ejemplo adoptando medidas nunca vistas antes:
- Cambios en la producción: empresas como Inditex han dedicado sus esfuerzos a producir materiales para mascarillas faciales.
- Donaciones: empresas han donado y recaudado fondos para luchar contra la pandemia.
- Modelos freemium: otras empresas han dado acceso gratuito a sus contenidos y servicios durante el confinamiento.
La actitud y capacidad de muchas empresas para enfrentar los diferentes desafíos de la crisis a través de la colaboración han reflejado los valores de la marca y posicionado a sus empresas como socialmente responsables. Desde el lado de los consumidores, esto ha sido muy valorado.
Evaluación de la comunicación de las marcas durante la crisis sanitaria
- El 80 % prefiere mensajes de amor, confianza y felicidad.
- El 60 % valora la flexibilidad para adaptarse a los cambios.
- El 40 % valora las preocupaciones por la soledad.
Según el estudio, los consumidores buscan una comunicación que hable de la situación diaria y no centrada en los productos, prefieren marcas que hablen de valores. La innovación social se ha convertido en un tema fundamental para la narración de historias y la estrategia de las marcas. Incluso el 55 % de los consumidores cree que las marcas tienen más poder que el gobierno para construir un futuro mejor.
Tendencias futuras en comunicación
- La importancia del pensamiento crítico: gracias al uso informativo de Internet y su uso global, será esencial comprender las situaciones y desarrollar el pensamiento crítico.
- Enfoque en el bienestar: habrá un aumento de datos para controlar nuestra salud y bienestar físico y mental. Pero esto podría incluso ser utilizado como una herramienta para dividir a la sociedad.
- Capital social: aumentarán la colaboración, el compromiso y el trabajo voluntario.
- Presencia local y relevancia global: nos sentiremos parte de la comunidad global y, al mismo tiempo, la economía local mejorará gracias a la tecnología.
Al mismo tiempo, habrá microtendencias debido a la digitalización de la salud y el compromiso de las marcas:
- Marcas terapéuticas: las marcas serán más que simples vendedoras de productos, ofrecerán experiencias on/off para los usuarios.
- Health tech: los consultores médicos y las farmacias en línea crecerán para evitar los cuellos de botella en los hospitales.
- Bienestar en redes sociales: para encontrar el equilibrio y promover un uso saludable de los medios, se desarrollarán plataformas de bienestar para ayudar a los consumidores.
- Microaprendizaje: habrá cursos más rápidos y formación para mejorar las habilidades de los usuarios.
- Workaconomics: habrá mejoras laborales vinculadas a la conciliación entre la vida laboral y familiar y mejoras en los modelos de consideración que irán mucho más allá del dinero: programas de relajación, bienestar para fomentar la productividad.